El COVID-19 ha constituido no solo un reto desde el punto de vista sanitario y económico, sino también se ha convertido en un desafío en el cambio de modelo de las actividades laborales.
El teletrabajo ha emergido como opción ante esta situación, donde muchas compañías y empresas han optado por mitigar el riesgo recurriendo a trabajar de manera remota desde instalaciones improvisadas en el hogar, para evitar que los empleados sufran o propaguen el virus.
Esta situación se ha convertido en el caldo de cultivo perfecto para su análisis como experimento del teletrabajo en diferentes empresas, potenciando otra serie de servicios como nuevos sistemas de control y comunicación con el equipo. En el último mes, el uso de nuevas tecnologías ha sido un elemento clave, ya que ha aumentado el uso de aplicaciones y plataformas de apoyo al trabajo, esto ha sido exponencial , para desarrollar una comunicación entre el equipo de profesionales de forma unificada, organizada, mediante mensajería y videollamadas.
Ejemplos de este tipo de herramientas son:
- Para videoconferencias :Cisco Webex,Microsoft Teams,Adobe Connect, entre otras.
- Desarrollo de tareas y proyectos como Slack o Trello.
El trabajo a distancia ha cambiado el esquema de trabajo, a la hora de realizar determinadas funciones habituales en un nuevo entorno laboral dentro del hogar y a través de internet.
Esta situación también exige y establece una relación de cooperación al máximo nivel del equipo, gracias a una fluida comunicación, trazabilidad de las tareas y un control de cumplimiento sobre los objetivos planteados.
El desempeño de esta actividad no es tan solo relativa a todos estos aspectos, sino que hay que tener en cuenta las condiciones ambientales, ergonómicas y tecnológicas del espacio del trabajo del colaborador de forma remota para la consecución de la labor de forma adecuada, para ello hay que tener en cuenta una serie de factores como:
- Tener muy claras las tareas que le corresponden como trabajador.
- Contar con un entorno adecuado y confortable para el desarrollo del desempeño laboral.
- Gestión del horario y tiempo del teletrabajo.
- Medición del rendimiento de los empleados y del equipo.
- Buen manejo de herramientas tecnológicas para la comunicación e información.
- El empleado deberá saber separar los espacios de convivencia familiar y laboral.
Medición de la satisfacción por parte del equipo y colaboradores, así como el acompañamiento del líder, para lograr el reto del teletrabajo.
Por lo que la situación provocada por la crisis del COVID-19, nos ayudará a vivir y valorar esta nueva realidad provocada por el trabajo a distancia dentro de un equipo virtual, donde las buenas prácticas en la gestión, comunicación y colaboración son primordiales para su buen fin, creando así un nuevo puente entre las relaciones laborales y la propia organización de la empresa.
El teletrabajo no es la panacea, ya que es tan solo una solución a corto o medio plazo causado por esta pandemia, ya que hay sectores en los que esta modalidad no es siempre tan viable o adecuada, ya que no todos los empleos , ni todos los puestos de trabajo requieren del uso de las telecomunicaciones (internet, ordenador o telefonía).