El sistema fiscal francés es territorial; tanto residentes como no residentes son gravados sobre su ingreso generado en Francia y sobre las ganancias que provienen de empresas francesas; con una excepción eventualmente para los trabajadores desplazados a Francia.
Para los residentes en Francia, por el momento no existen retenciones de IRPF, ni sobre alquileres, ni pagos a profesionales. Solo se hacen retenciones sobre los beneficios financieros.
A los trabajadores, que en 2019 sean residentes en Francia, la empresa les hará retenciones de IRPF. Pero, como en España, tendrán que hacer declaración de renta anual.
El porcentaje de retención, lo tendrá que comunicar el trabajador a la empresa, en caso de querer modificarlo, será el trabajador quien tendrá que pedirlo a su centro de Hacienda, para evitar que en 2019 tengan que pagar impuestos, tanto por los importes de 2018 como los de 2019, sobre los ingresos «normales» de 2018.
No pagaran IRPF las personas que tengan ingresos «normales» con relación a años anteriores, o bien que inicien o finalicen su vida laboral.
Los ingresos que nos sean salarios no tendrán retención, pero sí se harán pagos fraccionados a cuenta, durante el año, por ejemplo sobre los alquileres, incluidos los que tengan los no residentes.
Eva Corral.